Ostende es una pequeña ciudad portuaria de Bélgica, situada a unos 15 kilómetros de Brujas. Es la principal ciudad de la costa belga, en cuyos 70 kilómetros de litoral se pueden encontrar poblaciones dedicadas especialmente al turismo local, como Nieuwpoort y Oosduinkerke, así como De Panne en la frontera con Francia.
Actualmente tiene un paseo marítimo junto a la que se sitúa una zona frecuentada por turistas locales en verano y rodeada de puestos donde se vende pescado y marisco del mar del norte. Se da un cierto aire a una especie de “Benidorm belga”. Lejos de ser una ciudad tranquila el centro de Ostende siempre rebosa de actividad
Asimismo, la ciudad también conserva un patrimonio histórico y artístico entre el que podemos destacar la Catedral de san Pedro y san Pablo.
Pues bien, aquí también estuvo España.
A pesar de no ser uno de los motores de la actual Bélgica, Ostende al igual que la mayoría de ciudades y pueblos de la región, tiene una historia muy vinculada a la de España y a la de los tercios españoles. Y de los hechos que aquí acontecieron se derivaron consecuencias muy importantes para el desarrollo de la guerra de los ochenta años (o guerra de Flandes).
En concreto, nos estamos refiriendo al Asedio o Sitio de Ostende, entre 1601 y 1604.
Probablemente el final del siglo XVI y el inicio del XVII coinciden con una de las cotas más altas en cuanto a la actividad bélica de España.
España no solo libraba con sus tercios la guerra de los ochenta años, en cuyo marco se produce el asedio de Ostende, sino que también tenía tiempo de enfrentarse a Inglaterra (que ya empezaba a despertar como potencia), a Francia (en sus guerras de religión) y a los otomanos en el mediterráneo.
En 1601, Ostende era la única ciudad en manos holandesas enclavada en el territorio de Flandes. Hasta mediados del S.XVI, se trataba simplemente de un pequeño pueblo pesquero, pero con el comienzo de la guerra, las Provincias Unidas se dieron cuenta de su importancia estratégica en el mar del norte.
Desde 1598, los gobernadores de los Países Bajos eran Isabel Clara Eugenia y el archiduque Carlos de Austria, y para ellos Ostende suponía una limitación al comercio y a la navegación marítima así como un problema a la hora de estabilizar la zona católica.
Por la cantidad de recursos que se gastaron en el asedio, se considera al sitio de Ostende como una campaña completa.
El asedio fue una táctica comúnmente usada por los tercios. Más bien se trataba de batallas de larga duración en las que el que más aguantaba acababa llevándose el gato al agua, no sin pagar previamente un alto precio por la victoria que se traducía en inmensas pérdidas tanto de vidas como de recursos, pérdidas éstas que muchas veces oscurecían las victorias militares.
Sin embargo el maestre Monroy murió pronto de un cañonazo, y fue sustituido por Simón Antúnez. No fue el único maestre de campo que falleciera, ya que lo mismo le ocurrió a Juan de Bracamonte, el cual fue sustituido por Álvarez Juárez de Quiñones.
Durante meses se produjeron escarceos, ataques y contraataques entre sitiadores y sitiados, llegando a un punto en el cual parecía que la situación nunca se desbloquearía.
No obstante en esos momentos se pone al frente de las tropas católicas el genovés Ambrosio de Spínola. De esta forma, Ostende supuso el ensalzamiento de unos de los personajes más importantes durante la presencia española en Flandes.
En 1603 y sin que se produjeran grandes avances en el asedio, Ambrosio Spínola es nombrado como principal responsable del asedio. Sin experiencia militar previa, se acabaría convirtiendo en Capitán General de Flandes y siendo inmortalizado por Velázquez tras la rendición de Breda en su conocido cuadro.
Mauricio de Nassau atacó la ciudad de Grave, que tras dos meses se rindió. Con este ataque pretendía dividir al ejército católico y distraer a las fuerzas sitiadoras. Consiguió su objetivo, pues el cerco casi se levanta. Sin embargo, gracias a la determinación de Spínola se pudo continuar el asedio. Spínola bloqueó completamente la plaza y llevó a cabo la construcción de nuevos diques y trincheras.
Debido a la importancia estratégica y religiosa de Ostende, la prolongación del sitio se convirtió también en objeto de controversia internacional y en los combates acabaron participando tropas holandesas, flamencas, valonas, tudescas, alemanas, italianas, francesas, inglesas, irlandesas…muchas veces movidas por motivos religiosos en un nuevo enfrentamiento entre el protestantismo y el catolicismo.
Como era habitual el asedió se acompañó de una guerra de minas y contraminas, que hizo que las bajas españolas fueran tantas que Spínola tuvo que reforzarlas con tudescos.
A principios de septiembre de 1604 se consigue bloquear el canal que abastecía a la ciudad y finalmente el 20 de septiembre de 1604, tras abatir parte de las murallas de la ciudad, el entonces gobernador de la misma: Daniel d’Hertaing la rinde ante Ambrosio de Spínola.
Ostende estaría en manos de la Corona durante los siguientes 100 años, y las Provincias Unidas perdían uno de sus principales puertos bases.
Tras el fin de la campaña ambas partes estaban exhaustas. Esta fue una de las causas de la paz de los 12 años, más si cabe debido al poco interés que Felipe III tenía en Flandes, centrado como estaba en sus enfrentamientos con los ingleses.
Cierto es que poco antes de la caída de Ostende, Mauricio de Nassau había tomado la ciudad de la Esclusa (Sluis), en el actual Flandes Zeelandés y que pasaría a ser un nuevo puerto para las operaciones holandesas. Sin embargo a pesar de los intentos protestantes por dotar de valor a la plaza, ésta nunca alcanzó la importancia que tenía Ostende.
El asedio de Ostende fue la campaña militar más larga de la Guerra de los ochenta años, y en él murieron más de 100.000 personas entre ambos bandos. Debido a la crudeza del sitio, Ostende siempre ocupo un lugar especial para la monarquía española. Como se refleja en el hecho de que todos sus gobernadores durante los siguientes 100 años fueron españoles.
Hoy el sitio de Ostende está completamente olvidado en España y en la ciudad no hay nada que lo recuerde.
En la actualidad Ostende no es más que una ciudad tranquila de Europa occidental, en la que exceptuando algunas construcciones alemanas de la segunda guerra mundial y un Centro de Excelencia (CEO) de la OTAN, nada haría imaginar lo que ocurrió a principios del siglo XVII.
- Visita personal a la ciudad de Ostende el 27 de septiembre de 2015.
- Tercios de España, la infantería legendaria de Fernando Martínez Laínez, páginas 152 a 155
- Diversos blogs y páginas webs, entre ellas: http://www.elcaminoespañol.com/la-epoca/254-el-sitio-de-ostende/, blogs.libertaddigital.com/…/1604-concluye-el-sitio-de-ostende-10345/, elrincondecarlos-miniaturas.blogspot.com/…/conquista-de-ostende-por-l…,
Guillermo Vergara, Lieja
[…] holandeses. La ciudad estaba en manos holandesas, y tras 11 meses de asedio, el General Spínola (https://aquiestuvoespana.wordpress.com/2018/01/25/pequena-referencia-al-sitio-de-ostende/) consiguió una de sus victorias más importantes, rindiendo la ciudad. La heroicidad de los […]
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[…] Catedral se habrían encontrado con el marqués de Spínola. Sí, el mismo Ambrosio Spínola, el de mi primer artículo en esta web sobre la ciudad de Ostende. Hoy, la calle donde este residió entre 1614 y 1616 aún llev el nombre de “Rue de Marquis”. […]
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