En Gante, ciudad natal del Emperador Carlos V, se encuentra esta peculiar casa, conocida como «Casa del Dragón». No tengo ni idea de por qué se llama así. No he encontrado ningún dragón en la fachada. Lo que sí puede apreciarse a simple vista son los 12 bustos de condes de Flandes, en el bajo relieve de las ventanas. Precisamente, la calle en la que se halla, la Burgstraat, desemboca en el «Castillo de los Condes».

En la parte inferior, podemos distinguir 4 bustos, uno de ellos, el primero por la derecha es el de Felipe II. A su izquierda, y por el siguiente orden: Carlos V, Felipe el Hermoso y Maximiliano de Austria. Todos, condes de Flandes.

Sin duda, vale la pena echar un vistazo a esta icónica fachada si se vista Gante. Su particular localización en el centro de la ciudad facilitan su visita si se acude a la ciudad. Pese a que no hay ninguna indicación que explique el significado de la fachada, los dorados bustos resaltan lo suficiente como para no ser pasados por alto.

El edificio, de 1560, es un interesante resquicio de la herencia española en Gante.